Dentro del documento de Itinerarios Catecumenales para la Vida Matrimonial aparece un último apartado sobre acompañamiento de "Matrimonios en crisis". Se trata de proveer ayuda a los Matrimonios que están pasando por un momento de dificultad en el que la comunión conyugal disminuye.

Muchas veces, las parejas que se encuentran en situaciones así no recurren al acompañamiento pastoral, ya que las respuestas que suelen encontrar muchas veces no están conectadas con la realidad o no son cercanas, por lo que es importante revertir esta situación, incluyendo en este acompañamiento incluso a parejas que han vivido situaciones críticas de las que han salido adelante.

La idea es recuperar mediante ayuda psicológica, pero también espiritual, el sentido del Misterio del matrimonio.

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Los encuentros iniciales deberían ser en primera instancia personalizados de una sola pareja , y más adelante, incluso, encuentros "ampliados" para parejas que se encuentren en la misma situación. Estos encuentros deben tener como fondo la oración y la Palabra, en la que se elegirían textos con temas como: la proximidad de Dios en las pruebas, el perdón recibido de Dios y otorgado, la gracia que actúa en la debilidad, la comunión de los corazones fruto del Espíritu Santo, la llamada a la santidad, el sacramento del matrimonio, etc.

También es importante incluir veladas eucarísticas (en las que se pongan a los pies del Señor las crisis) y donde exista la posibilidad de recibir el sacramento de la Reconciliación. Incluso, se pueden añadir encuentros más distendidos.

Las parejas acompañantes, además, pueden y deben seguir acompañando a los matrimonios en crisis una vez superada ésta.

 

Otro punto fundamental, es que se considere la ayuda tanto a los adultos como a los niños, con el apoyo que se ofrece desde la Diócesis, con el Centro de Orientación Familiar (COF) .

Por último, cuando a pesar de los esfuerzos y el discernimiento, la relación matrimonial no llega a arreglarse, la Iglesia debe acoger a las personas que se han quedado solas, sosteniéndolas y alentándolas en la fidelidad a su situación matrimonial, pese a la separación.